8/10/2005

Una fotografía histórica

La puerta de La Justicia en 1852 Recientemente, dando un paseo por la Alhambra, caí en la cuenta de que todas las personas con las que me cruzaba, de las más diversas nacionalidades, llevaban una máquina de fotografías digital de los modelos denominados compactos. Al llegar a la puerta de La Justicia enfocaban la fachada de la torre con su precioso arco y la puerta. Como tengo simpatía a la fotografía, me gustó ese detalle, me pareció un reconocimiento del buen gusto, de admiración hacia una pieza principal de arquitectura. Pensé entonces que es hora de que la fotografía se empiece a valorar artísticamente y que las colecciones de los buenos profesionales se expongan en los museos. Quizá toda la cultura de la imagen en la que vive la sociedad actual tenga su origen en el nacimiento de la fotografía, que vino a ser lo que la imprenta al libro, para la difusión de las imágenes. Hasta entonces sólo la pintura o el dibujo podían ofrecer esa realidad concreta, una imagen que no se podía repetir. Fue el 7 de enero de 1839, como un regalo de Reyes, cuando se presentó en París el invento de Daguerre. El daguerrotipo es el primer paso en el camino de la imagen múltiple. Después vino el desarrollo de los materiales para el soporte de los negativos: primero papel, después cristal, mucho más tarde el celuloide, y ahora el soporte electrónico. En España recibimos la fotografía de los viajeros franceses e ingleses que nos visitaron en los años siguientes. El Museo Nacional de Cataluña y la Universidad de Navarra acaban de publicar un volumen titulado, De París a Cádiz, calotipia y colodión, Barcelona, 2004, que recoge muchas de las obras de estos fotógrafos de avanzada, y que son las primeras fotografías de nuestro país. Al leerlo descubrí con sorpresa que las más bonitas corresponden a la Alhambra y que la mayoría son de Andalucía, sin duda con vocación turística desde antiguo. Por supuesto que aparece retratada la puerta de La Justicia, es una fotografía del año 1852, su autor se llama Pablo, está impresa en papel a la sal a partir de un negativo de papel a la sal encerado, y mide 15X25 cm.