8/24/2005

Cuando la naturaleza se quema

Zona de Cazorla recientemente arrasada por un incendio.

Incendiso y legislación compulsiva. Resulta sorprendente que se produzca una nueva legislación contra incendios a los 15 días del luctuoso acontecimiento de Guadalajara. Más llamativo aún es que esta misma reacción se produzca, siempre e inmediatamente, después de un suceso desgraciado: malos tratos, delincuencia juvenil, inmigración, tráfico, etc. Nosotros expertos en dieta mediterránea tenemos que pedir a los políticos que dejen esa deglución compulsiva y se avengan a compartir una comida serena, de mantel y servilleta, que sabe valorar por igual la compañía, el ambiente y el contenido del plato. Quiero decir que echo en falta, por parte del gobierno y de los diputados, una reflexión más profunda y menos apasionada, que cuente con los antecedentes y que sepa recoger, también, la experiencia de otros países de nuestro entorno cultural. Estados Unidos, Australia y Canadá, por ejemplo, han sufrido recientemente incendios devastadores, ¿les hemos preguntado que medidas han adoptado?

Por otro lado los técnicos que desarrollan el cuerpo legislativo necesitarán un tiempo para estudiar los antecedentes, valorarlos, darles continuidad, respetar los derechos adquiridos, etc. Sinceramente ese trabajo no se puede hacer en dos semanas. Si además tenemos en cuenta la complejidad que introduce la coordinación de la legislación central con la autonómica, estarán conmigo en que resulta imposible construir así una buena norma. El resultado será una ley mala y cara, porque al hacerla para la galería se intentará contentar a todos sin parar en barras.